Manuel era un esclavo que llegó desde tierras lejanas y viajó en la misma carreta en la que venía la imagen de la Inmaculada Concepción. Fue testigo del milagro por el que la Virgencita mostró que quería permanecer en estos pagos y se consagró a ella, quedando a su servicio para cuidar su capilla y recibir a los peregrinos. Esta novena que te acercamos es una invitación a conocer la profundidad del corazón de este “esclavo” de María y aprender de sus gestos y su amorosa entrega para poder decir junto a él: “Soy de la Virgen, nomás”. Te invita a conocer la vida del negrito Manuel desde su llegada a Argentina y su servicio a la Virgen de Luján.
Acompaña estas propuestas con gestos para cada día, que iluminan lo reflexionado
Propone una oración por día, reflexionando con la vida del Negrito Manuel.