Por las familias separadas o en dificultad
La familia en este siglo ha sufrido grandes cambios. Por diferentes motivos, se producen ruptu¬ras irreparables y queda herida. La Iglesia debe acompañar con misericordia y paciencia a sus hijos más frágiles (Cfr. Relatio Syondi, 25). Por lo tanto, como cristianos comprometidos debemos atender, escuchar y ayudar a toda persona o fami¬lia en dificultad sea o no creyente, estar a su lado, rezar y acompañar desde el amor.
Esta novena nos invita a orar por las familias que están en crisis, las que sufren la separación, las que viven una nueva unión y confiarlas a la protección y el cuidado amoroso de santa María y san José.