CADA RUTA ES PERSONAL

“Estas breves páginas fueron escritas con la intención de ayudar a pensar, en algún momento de calma, a jóvenes, adultos y viejos…”

Desde su vocación pedagógica, el sacerdote salesiano Victorino Zeccheto nos presenta este trabajo como fruto e inspiración de los debates y cuestionamientos surgidos de las charlas con sus propios alumnos. Estas reflexiones que lo llenaban de sorpresa por su sensibilidad y madurez, intentaban encontrar su propio camino en medio de una sociedad cambiante, relativista, que anhela justicia pero encuentra su mayor poder en el dinero.

La búsqueda de la felicidad personal y el bienestar del prójimo como responsabilidad nuestra no es una tarea fácil, muchos factores influirán en cada decisión tomada, pero la fortaleza se encuentra en la propia persona y sus sólidos valores.